sábado, 17 de noviembre de 2012

TODO LO QUE SUCEDE EN NUESTRA VIDA PUEDE SER PARA NUESTRO BIEN SI PERMITIMOS QUE DIOS SE MANIFIESTE PARA SANARNOS Y LIBERARNOS


Camino de Esperanza y Solidaridad con Dios en el Arcoíris de la Alianza
Cap. 3 Todas las cosas que nos suceden obran para nuestro bien.

Rubén García Evangelizador Católico - La palabra de Dios (Título en Youtube)
¡Un gran mensaje para todos!

Todas las cosas que llegan a suceder en nuestras vidas obran para nuestro bien, si permitimos que Dios realice las transformaciones que Él quiere hacer en nuestras vidas, una vez que hemos descubierto que Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Cuando empiezan a verse los cambios en nuestras vidas, notamos que hay una modificación en nuestro lenguaje y nuestra forma de pensar; empezamos a distinguir entre tentación y pecado; entre lo espiritual y lo emocional; entre lo demoníaco y lo psicológico; entre los síntomas y las causas (raíces); entre la aceptación de nosotros mismos y como personas que luchamos contra la homosexualidad.

Aprenderemos a amarnos como pecadores que somos, aunque detestemos nuestro pecado que nos puede atraer tantas desdichas y desgracias, porque nos hemos decidido por establecer esa lucha contra el camino que nos pierde como hijos de Dios.

Empezaremos a notar cambios en nuestras vidas al permitir y ver la obra poderosa y amorosa del Espíritu Santo que transforma nuestra personalidad y nos libra del yugo del mundo de las prácticas cubiertas por las tinieblas que han cubierto nuestros pensamientos, llenándolos de confusión, de imprecisión en los conceptos y de tergiversación de los verdaderos principios que nos marcan el camino que Jesús nos ha trazado, pues Él es el Camino a seguir, Él es la Verdad que nos hace auténticamente libres; y Jesús es la Vida que se manifestará en plenitud y abundancia para todos nosotros, conduciéndonos a la más plena felicidad.

Al caminar por este sendero, dejaremos de usar la palabra “homosexual” o “gay” para referirnos a nosotros mismos, pues su uso hace que nos etiquetemos con una identidad incambiable; ya que por el contrario, Dios nos hizo a todos personas “heterosexuales”, aunque tengamos una lucha homosexual sobre la cual estaremos venciendo; por esto, sencillamente, empezamos a ser verdaderos “triunfadores”.

La sanación de la homosexualidad involucra dos aspectos. Lograrás cambios positivos en tu comportamiento y en tu medio ambiente. Bajo el Poder del Espíritu Santo sentirás los cambios de sanación dentro de tu personalidad. De esta manera se apreciarán dos tipos de cambios en ti, cambios externos e internos. De esta suerte habrá cambios de comportamiento y sanación interior. Debes entender que ambos tipos de cambio requieren de tus propios esfuerzos, y que necesitan especialmente, el poder transformador del Espíritu Santo y de la Virgen María en tu corazón. ¿Por qué de Ellos? Porque el Espíritu Santo es el Divino Esposo de la Virgen María quien fue constituida por Jesús como Madre de la Humanidad. El Poder del Divino Espíritu transformará no solo tu personalidad, sino que te liberará, junto con la Virgen del Apocalipsis, Madre de la Humanidad y Reina de todos los Ángeles, de las presencias de entes malignos que te inclinan a cometer el pecado y ponen toda clase de trampas para que estés cayendo con facilidad en ellos; con El Espíritu Santo y con Su Divina Esposa, tu Madre Amorosísima, sentirás la presencia y Su Poder Transformador en el corazón y en el espíritu humanos.

Recuerda, la homosexualidad es un problema psicológico, emocional, como también lo es sin ninguna duda un problema espiritual. Dios ni te hizo ni te dio el problema homosexual, por el contrario, Dios te creó heterosexual, distintas causas pudieron llevarte a vivir la homosexualidad, pero Él tiene toda la intención de hacer que todas las cosas obren para nuestro bien (Ro. 8, 28).

Ahora, fíjate bien hermano (a), no fijes toda tu atención y mente en la homosexualidad o el lesbianismo que padeces, éstos serán sanados a su debido tiempo; lo más importante o lo que está en primera instancia, es tu relación personal con Dios. Tu espíritu, alma y cuerpo completos serán transformados, renovados y santificados, esta es la prioridad de vida, la prioridad de tu vida con Dios, es tu relación personal con Él, porque en la medida que conozcas y experimentes cuánto Él te ama, podrás confiarte a Él y permitirle que obre todos aquellos cambios que necesitas para ser uno hombre o una mujer nuevos. ¡Ahora conocerás a un Dios que es verdaderamente todo amor y que te está esperando!

Dios quiere que tengas un corazón nuevo y transformado. Él está interesado en lo más profundo de tu corazón a nivel espiritual y emocional; Él sabe lo que sufres, lo que tienes que aparentar y encubrir, Dios conoce los choques internos de tus sentimientos, emociones y deseos; y Dios conoce toda la problemática integral y las causas, conoce las raíces que dieron comienzo a la aparición de tu homosexualidad; y como tu Padre, quiere lo mejor para ti y está dispuesto a ayudarte a recuperar tu heterosexualidad, además debes saber desde ahora, que no tienes porqué angustiarte de si entonces funcionarás adecuadamente en tu relación con el sexo opuesto. Dios te sacará de este engaño mental, de estas ideas sembradas maliciosamente por los enemigos del alma en tu cabeza; el expulsará de ti toda idea del reino de las tinieblas y toda confusión que pretendan mantenerte esclavo de las bajas pasiones.

La oración sincera y de corazón son el medio de comunicación con tu Padre y Creador para iniciar el camino de la transformación y de nuestra sanación integral, hay muchas oraciones, por ejemplo, podrías hacer la siguiente oración para dar este importante paso:

“¡Señor Jesús! Yo creo que tú eres el único Hijo de Dios que viniste a vivir entre nosotros para que yo pueda ser salvado y conozca al Padre mediante una relación íntima con Él. Creo que moriste por mis pecados, resucitaste de los muertos y me envías el Espíritu Santo conforme prometiste a los Apóstoles; y sé que al morir en la Cruz triunfabas sobre las fuerzas del mal y se cumplía plenamente el sentido de Tu Santo y Eterno Sacrificio. Mi Señor, en verdad deseo aceptar lo que hiciste por mí y lo valoro, a la vez que te doy infinitas gracias por tan invaluable Don y por amarme tanto que derramaste por mí hasta la última gota de Tu Preciosísima Sangre. De ahora en adelante quiero que seas mi Salvador y Señor; y sé que me liberarás y sanarás de esta carga de homosexualidad a tu manera, y en tu tiempo. Gracias Jesús por Tu Gran Amor y Tu Perdón, te amo Jesús. Amén, amén, amén.

Y poco a poco empezarán a surgir las señales de un nuevo corazón, del hombre que se empieza a transformar para renacer del Espíritu.

Señales de un nuevo corazón en un hombre o mujer que renacen del Espíritu y no de la carne.

Por medio de la acción del Espíritu Santo en ti, podrás verlas surgir, siguiendo los siguientes pasos:

1.      Ora con entusiasmo, sinceridad y de lo profundo de tu corazón. Hazlo honesta, voluntaria y espontáneamente.

2.      Querrás alabar a Dios con frecuencia; y agradecerle por sus muchas bendiciones en tu vida.

3.      Estarás interesado en buscar y comprender la Biblia porque ahora te das cuenta de que es verdaderamente la Palabra de Dios, y hallarás que Él te habla personalmente por medio de ella.

4.      Querrás hablarle a otros de tu Fe, y estar con aquellos que comparten tu Fe, porque es un campo de vida espiritual plena.

5.      Tus actitudes, valores y deseos estarán ordenados hacia Dios de una forma creciente, aunque continuarás luchando con la “H” mayúscula por algún tiempo.

6.      Buscarás la santidad y la bondad, y comenzarás a incomodarte con el pecado en todas sus manifestaciones. Nunca más podrás involucrarte en los pecados de homosexualidad sin que experimentes conflictos internos y remordimientos, y por el contrario, estarás lleno de esperanza y paz en tu corazón y en tu alma.

7.      Comenzarás a sentir mayor autoaceptación y un adecuado amor propio. Serás más tolerante, amable y amoroso, pero también tendrás un mayor deseo de ver que en otros cambien sus hábitos pecaminosos y sean liberados de las trampas y telarañas en que han caído y es carcomida su vida.

8.      Sentirás al Espíritu Santo viviendo y actuando de una forma más poderosa en tu corazón y estilo de vida.

9.      Empezarás a ver cómo se van abriendo nuevos y prometedores caminos en tu vida social, comercial, profesional y misional.

10.  Comenzarás a desear conocer a Dios más íntimamente, y le llamarás “Padre” (“Abbá” o Papito) de una forma más amorosa y significativa.

11.  Querrás servir a Dios de alguna manera que Él mismo puede iluminarte si se lo pides con el corazón.

12.  Serás más consciente del pecado y de los demonios que azotan este Mundo y a los que padecen la homosexualidad y otras desviaciones sexuales, vicios y adicciones.

13.  Experimentarás y aprenderás a ejercer poder sobre el pecado y los espíritus inmundos.

14.  Serás un ser más espiritual y vivirás con mayor dignidad y caminarás con la frente en alto, pues recibirás además la ayuda celestial.

15.  Tendrás certeza firme de que nunca más te sentirás que no estás solo en este mundo y en esta batalla, pues Dios y nuestra Madre Santísima nos acompañarán y guiarán nuestros pasos.

16.  Recibirás apoyo, asesoría y consejería en todo este trayecto, pues tú sabes que con “Arcoiris Magnífico” tú no estás solo. 

(Continúa en: Cap. 3 Todas las cosas que nos suceden obran para nuestro bien. 
3.1 El cementerio del inconsciente.)