sábado, 17 de noviembre de 2012

TODO LO QUE SUCEDE EN NUESTRA VIDA PUEDE SER PARA NUESTRO BIEN SI PERMITIMOS QUE DIOS SE MANIFIESTE PARA SANARNOS Y LIBERARNOS


Camino de Esperanza y Solidaridad con Dios en el Arcoíris de la Alianza
Cap. 3 Todas las cosas que nos suceden obran para nuestro bien.

Rubén García Evangelizador Católico - La palabra de Dios (Título en Youtube)
¡Un gran mensaje para todos!

Todas las cosas que llegan a suceder en nuestras vidas obran para nuestro bien, si permitimos que Dios realice las transformaciones que Él quiere hacer en nuestras vidas, una vez que hemos descubierto que Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Cuando empiezan a verse los cambios en nuestras vidas, notamos que hay una modificación en nuestro lenguaje y nuestra forma de pensar; empezamos a distinguir entre tentación y pecado; entre lo espiritual y lo emocional; entre lo demoníaco y lo psicológico; entre los síntomas y las causas (raíces); entre la aceptación de nosotros mismos y como personas que luchamos contra la homosexualidad.

Aprenderemos a amarnos como pecadores que somos, aunque detestemos nuestro pecado que nos puede atraer tantas desdichas y desgracias, porque nos hemos decidido por establecer esa lucha contra el camino que nos pierde como hijos de Dios.

Empezaremos a notar cambios en nuestras vidas al permitir y ver la obra poderosa y amorosa del Espíritu Santo que transforma nuestra personalidad y nos libra del yugo del mundo de las prácticas cubiertas por las tinieblas que han cubierto nuestros pensamientos, llenándolos de confusión, de imprecisión en los conceptos y de tergiversación de los verdaderos principios que nos marcan el camino que Jesús nos ha trazado, pues Él es el Camino a seguir, Él es la Verdad que nos hace auténticamente libres; y Jesús es la Vida que se manifestará en plenitud y abundancia para todos nosotros, conduciéndonos a la más plena felicidad.

Al caminar por este sendero, dejaremos de usar la palabra “homosexual” o “gay” para referirnos a nosotros mismos, pues su uso hace que nos etiquetemos con una identidad incambiable; ya que por el contrario, Dios nos hizo a todos personas “heterosexuales”, aunque tengamos una lucha homosexual sobre la cual estaremos venciendo; por esto, sencillamente, empezamos a ser verdaderos “triunfadores”.

La sanación de la homosexualidad involucra dos aspectos. Lograrás cambios positivos en tu comportamiento y en tu medio ambiente. Bajo el Poder del Espíritu Santo sentirás los cambios de sanación dentro de tu personalidad. De esta manera se apreciarán dos tipos de cambios en ti, cambios externos e internos. De esta suerte habrá cambios de comportamiento y sanación interior. Debes entender que ambos tipos de cambio requieren de tus propios esfuerzos, y que necesitan especialmente, el poder transformador del Espíritu Santo y de la Virgen María en tu corazón. ¿Por qué de Ellos? Porque el Espíritu Santo es el Divino Esposo de la Virgen María quien fue constituida por Jesús como Madre de la Humanidad. El Poder del Divino Espíritu transformará no solo tu personalidad, sino que te liberará, junto con la Virgen del Apocalipsis, Madre de la Humanidad y Reina de todos los Ángeles, de las presencias de entes malignos que te inclinan a cometer el pecado y ponen toda clase de trampas para que estés cayendo con facilidad en ellos; con El Espíritu Santo y con Su Divina Esposa, tu Madre Amorosísima, sentirás la presencia y Su Poder Transformador en el corazón y en el espíritu humanos.

Recuerda, la homosexualidad es un problema psicológico, emocional, como también lo es sin ninguna duda un problema espiritual. Dios ni te hizo ni te dio el problema homosexual, por el contrario, Dios te creó heterosexual, distintas causas pudieron llevarte a vivir la homosexualidad, pero Él tiene toda la intención de hacer que todas las cosas obren para nuestro bien (Ro. 8, 28).

Ahora, fíjate bien hermano (a), no fijes toda tu atención y mente en la homosexualidad o el lesbianismo que padeces, éstos serán sanados a su debido tiempo; lo más importante o lo que está en primera instancia, es tu relación personal con Dios. Tu espíritu, alma y cuerpo completos serán transformados, renovados y santificados, esta es la prioridad de vida, la prioridad de tu vida con Dios, es tu relación personal con Él, porque en la medida que conozcas y experimentes cuánto Él te ama, podrás confiarte a Él y permitirle que obre todos aquellos cambios que necesitas para ser uno hombre o una mujer nuevos. ¡Ahora conocerás a un Dios que es verdaderamente todo amor y que te está esperando!

Dios quiere que tengas un corazón nuevo y transformado. Él está interesado en lo más profundo de tu corazón a nivel espiritual y emocional; Él sabe lo que sufres, lo que tienes que aparentar y encubrir, Dios conoce los choques internos de tus sentimientos, emociones y deseos; y Dios conoce toda la problemática integral y las causas, conoce las raíces que dieron comienzo a la aparición de tu homosexualidad; y como tu Padre, quiere lo mejor para ti y está dispuesto a ayudarte a recuperar tu heterosexualidad, además debes saber desde ahora, que no tienes porqué angustiarte de si entonces funcionarás adecuadamente en tu relación con el sexo opuesto. Dios te sacará de este engaño mental, de estas ideas sembradas maliciosamente por los enemigos del alma en tu cabeza; el expulsará de ti toda idea del reino de las tinieblas y toda confusión que pretendan mantenerte esclavo de las bajas pasiones.

La oración sincera y de corazón son el medio de comunicación con tu Padre y Creador para iniciar el camino de la transformación y de nuestra sanación integral, hay muchas oraciones, por ejemplo, podrías hacer la siguiente oración para dar este importante paso:

“¡Señor Jesús! Yo creo que tú eres el único Hijo de Dios que viniste a vivir entre nosotros para que yo pueda ser salvado y conozca al Padre mediante una relación íntima con Él. Creo que moriste por mis pecados, resucitaste de los muertos y me envías el Espíritu Santo conforme prometiste a los Apóstoles; y sé que al morir en la Cruz triunfabas sobre las fuerzas del mal y se cumplía plenamente el sentido de Tu Santo y Eterno Sacrificio. Mi Señor, en verdad deseo aceptar lo que hiciste por mí y lo valoro, a la vez que te doy infinitas gracias por tan invaluable Don y por amarme tanto que derramaste por mí hasta la última gota de Tu Preciosísima Sangre. De ahora en adelante quiero que seas mi Salvador y Señor; y sé que me liberarás y sanarás de esta carga de homosexualidad a tu manera, y en tu tiempo. Gracias Jesús por Tu Gran Amor y Tu Perdón, te amo Jesús. Amén, amén, amén.

Y poco a poco empezarán a surgir las señales de un nuevo corazón, del hombre que se empieza a transformar para renacer del Espíritu.

Señales de un nuevo corazón en un hombre o mujer que renacen del Espíritu y no de la carne.

Por medio de la acción del Espíritu Santo en ti, podrás verlas surgir, siguiendo los siguientes pasos:

1.      Ora con entusiasmo, sinceridad y de lo profundo de tu corazón. Hazlo honesta, voluntaria y espontáneamente.

2.      Querrás alabar a Dios con frecuencia; y agradecerle por sus muchas bendiciones en tu vida.

3.      Estarás interesado en buscar y comprender la Biblia porque ahora te das cuenta de que es verdaderamente la Palabra de Dios, y hallarás que Él te habla personalmente por medio de ella.

4.      Querrás hablarle a otros de tu Fe, y estar con aquellos que comparten tu Fe, porque es un campo de vida espiritual plena.

5.      Tus actitudes, valores y deseos estarán ordenados hacia Dios de una forma creciente, aunque continuarás luchando con la “H” mayúscula por algún tiempo.

6.      Buscarás la santidad y la bondad, y comenzarás a incomodarte con el pecado en todas sus manifestaciones. Nunca más podrás involucrarte en los pecados de homosexualidad sin que experimentes conflictos internos y remordimientos, y por el contrario, estarás lleno de esperanza y paz en tu corazón y en tu alma.

7.      Comenzarás a sentir mayor autoaceptación y un adecuado amor propio. Serás más tolerante, amable y amoroso, pero también tendrás un mayor deseo de ver que en otros cambien sus hábitos pecaminosos y sean liberados de las trampas y telarañas en que han caído y es carcomida su vida.

8.      Sentirás al Espíritu Santo viviendo y actuando de una forma más poderosa en tu corazón y estilo de vida.

9.      Empezarás a ver cómo se van abriendo nuevos y prometedores caminos en tu vida social, comercial, profesional y misional.

10.  Comenzarás a desear conocer a Dios más íntimamente, y le llamarás “Padre” (“Abbá” o Papito) de una forma más amorosa y significativa.

11.  Querrás servir a Dios de alguna manera que Él mismo puede iluminarte si se lo pides con el corazón.

12.  Serás más consciente del pecado y de los demonios que azotan este Mundo y a los que padecen la homosexualidad y otras desviaciones sexuales, vicios y adicciones.

13.  Experimentarás y aprenderás a ejercer poder sobre el pecado y los espíritus inmundos.

14.  Serás un ser más espiritual y vivirás con mayor dignidad y caminarás con la frente en alto, pues recibirás además la ayuda celestial.

15.  Tendrás certeza firme de que nunca más te sentirás que no estás solo en este mundo y en esta batalla, pues Dios y nuestra Madre Santísima nos acompañarán y guiarán nuestros pasos.

16.  Recibirás apoyo, asesoría y consejería en todo este trayecto, pues tú sabes que con “Arcoiris Magnífico” tú no estás solo. 

(Continúa en: Cap. 3 Todas las cosas que nos suceden obran para nuestro bien. 
3.1 El cementerio del inconsciente.)

viernes, 2 de noviembre de 2012

¿QUIERES CAMBIAR? DIOS NO VIOLA EL LIBRE ALBEDRÍO...


Cap. 2 Diez realidades acerca de la Homosexualidad
(Continuación)
 
¡Dios quiere hacer una alianza de amor contigo!
Pregunta Dos.- ¿Quieres cambiar?
Realidad número nueve: La recuperación es un proceso que toma tiempo y tiene sus razones de ser así.

1.   Dios nunca viola el libre albedrío.

Dios sabe que hay momentos en que quieres ser libre de la homosexualidad, real y sinceramente, pero sientes que hay momentos en los cuales escoges libremente pecar de esta forma. Dios nos conoce mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos. Él conoce a la verdadera persona que somos. Él conoce el corazón. A lo largo del tiempo Dios pondrá los espacios para que reflexiones y puedas escoger libre y espontáneamente Su Voluntad por encima de la propia voluntad, porque Dios desea que tú entres en una relación viva de corazón a Corazón con Él. La intención de Dios es atraernos a una obediencia amorosa, pero como una elección libre y completa, para que Él te conceda y obre en ti una sanación integral de la homosexualidad.

2.   Dios desea que uses tu esfuerzo y fortaleza de manera conjunta con la obra del Espíritu Santo.

Esta sanación, para que sea integral, es como el proceso de construcción de un edificio de firmes y fuertes cimientos; por eso sanará tus heridas emocionales, despejará tu mente de ideas confundidas y erróneas que te hubiesen conducido a fatales consecuencias en todos los ámbitos de tu vida; y el Espíritu Santo y la Virgen María te librarán de las ataduras y presencias espirituales malignas que te empujan a pecar cuando se vive bajo la esclavitud de la homosexualidad. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y Él te quiere libre, conduciendo tus pasos de manera segura por la vida; apegado a lo que es la verdad y para que tengas vida en abundancia; mientras que Satanás y sus demonios quieren que camines por senderos de perdición y de pecado, bajo un mundo de ideas mentirosas y de engaños, para que tengas muerte espiritual y emocional, después de lograr atraerte a senderos de enfermedad y muerte físicas, pues Satanás es “el abismo, la mentira y la muerte” en contraposición al Hijo de Dios, al Hombre-Dios, al Verbo hecho Carne, a nuestro Señor y Redentor; por eso Jesús pagó con su Sangre para liberarnos del Infierno, pero su sacrificio no es total ni para todos, es para aquellos que quieren salvarse y que están dispuestos a poner un poco de su sufrimiento personal y unirlo a Él, a Su Pasión Dolorosa.

Se trata de “un dolor místico”, de un dolor luminoso, redentor. Sus Palabras: “toma tu cruz cada día y ven detrás de Mí”, es para los valientes, es también para los que se encuentran bajo el peso del dolor de su situación, de cualquier índole, pero que saben que ese sufrimiento, ese dolor, esas angustias, esas incomprensiones, esas soledades, esos etiquetamientos que hace la sociedad tan dura y cruelmente sin tener la menor caridad por sus hermanos, sea cual fuere la condición en la que viven y les ha tocado nacer y vivir, se pueden y se deben volver en “los desafíos que dan valor y son los retos de la vida”, que nos conseguirán las coronas del triunfo ante Su Presencia, con Su Ayuda y Asistencia Divinas, pues por nosotros mismos, ninguno somos ni podemos nada.

Por eso tú puedes ser ahora un triunfador, un triunfador sobre la situación en que vives, decidido a vencer los obstáculos y a romper las cadenas del pecado. Dios desea que sientas su obra y su poder en ti. Por decirlo de otra manera, Dios no quiere cambiarte sin el ejercicio de tu propia voluntad, pues de esta forma, del “libre albedrío”, Él quiere que sepas lo que estas palabras significan en toda su profundidad; además, requiere de tu esfuerzo para que valores toda la obra. Si Dios sobrepasara tu cooperación en el proceso de sanación y liberación, sería algo así como violar el diseño humano y espiritual con que Él nos hizo. Él nos negaría la experiencia de la victoria personal en nosotros mismos, la victoria personal en ti mismo. Dios espera que tú desees, quieras y hagas tu parte. Será una obra conjunta, entre el Padre y tú, su hijo, su hija.

3.   Dios no viola la integridad de tu personalidad.

Tal vez no te hayas dado cuenta, pero tomó años el desarrollo del complejo homosexual en ti, lo cual hizo que esta práctica hiciera parte integrada de la estructura de tu personalidad. Está tejida en tu autoimagen y autoestima. Por lo tanto, en el curso normal de las cosas, toma tiempo destejer y volver a tejer tu personalidad.

4.   Dios está en proceso de renovar toda tu personalidad.

Él no podrá y no removerá los elementos homosexuales en ti, los cuales, después de todo, son solo manifestaciones y síntomas (no como dirían los gays una sexualidad o estilo de vida alternativo, que es otra mentira), sin la renovación de toda la persona y las mismas raíces de la homosexualidad.

5.   Dios desea renovarte espiritualmente.

Mientras Él trabaja en ti con tu libre cooperación, respetando la integridad de tu personalidad, te llevará hacia una relación más profunda, de Corazón a corazón, a medida que te vuelvas a Él con fe, esperanza y amor.

6.   Dios cuida de tu estabilidad psicológica, emocional y espiritual.

Considera la paradoja que involucrara el que Dios te cambie instantáneamente en este mismo momento. Un cambio tan brusco te dejaría desarmado, perplejo y psicológicamente en crisis. Sería como cambiar de gato a canario. Aún estarías vivo, pero no tendrías idea de quien eres, o cómo deberías funcionar. ¡Piénsalo! Este no es el método de Dios.

Realidad número 10: La homosexualidad no es tu problema privado; es un asunto público.

Necesitas ver tu problema privado de homosexualidad desde una perspectiva más grande. La homosexualidad es una desorientación que se origina en un medio ambiente familiar disfuncional.

Como el incremento es alarmante en los porcentajes de suicidio, chicos perdidos y que huyen de casa, abortos, divorcios, pornografía infantil, violaciones, abuso físico y sexual de niños, abuso con las drogas y el alcohol, la homosexualidad es uno de los síntomas de la familia disfuncional.

El número creciente de las familias disfuncionales, a su vez surge de la profunda y penetrante pérdida de valores y normas bíblicas en toda nuestra sociedad y en el Mundo entero. Más aún, existe una necesidad de Dios evidente en todas las instituciones sociales. El comportamiento y la desorientación homosexual es el resultado de esta carencia pública y social de Dios.

La retórica de la liberación gay refleja esta decadencia moral general, que aún se ha infiltrado en nuestras iglesias denominacionales tradicionales, y hasta en nuestra teología. La histórica barbaridad de que el propio Papa Benedicto XVI sea la cabeza responsable del encubrimiento y prácticas de pederastia en que se han descubierto a gran cantidad de cardenales, obispos y sacerdotes de la Iglesia Católica, muestran que el Decreto secreto conocido como “Delito de Silicitación”, dispuesto y suscrito por el propio cardenal Joseph Karl Ratzinger Peintner Tauber como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, advierten que “el humo del infierno se filtró en el seno de la Iglesia Católica”, como después lo confirmara el Papa Paulo VI y antes hubiese sido advertido al Mundo por la Virgen María en el Tercer Secreto de Fátima; y “el humo infernal que llegó hasta los más altos reinos de la jerarquía en el Vaticano y ahora está en la misma Silla de Pedro”, no solo era una amenaza, sino que es una realidad actual para todos los fieles de buena voluntad y de sus hijos, subrayando esta infiltración de sectarios que ejercen ritos carnales diabólicos que siembran la ponzoña de los demonios de homosexualidad, lujuria, pederastia, zoofilia, necrofilia y pactos demoníacos hechos por los mismos clérigos bajo el mando de Benedicto XVI, aunque su propaganda oficial haya pretendido encubrir y ahora presentarlo como un “santo padre”. (1)

Pese a todo esto, Jesús afirmó que el fuego del Infierno no prevalecerá sobre su verdadera Iglesia, y Dios no deja de asistir a Sus hijos, aunque los clérigos que están en el bando de Benedicto XVI, disfrazados de santos y sabios teólogos, nada puedan si sepan en torno a este tema y a esta asistencia pastoral, pues ellos mismos son ahora carroña infernal. Pero el Espíritu Santo, Jesús y la Santísima Virgen María siguen actuando y sanando, mientras están reedificando su verdadera Iglesia.

Es una realidad, el hecho de que no solo por pactos y ritos diabólicos se incurre en las aberraciones carnales más abominables, como las de esos clérigos y de sectarios y maleficieros; sino que sabedores ellos de estas realidades espirituales, es decir, del hecho de la existencia cierta de demonios específicos que actúan e influyen en la mente, el cuerpo y el entorno ambiental de los seres humanos, se han aprovechado culpablemente de este conocimiento para hacer de las suyas y pretender destruir el Cuerpo Místico de Dios, desacreditándolo y manchándolo, arrastrando con esas prácticas a infinidad de almas por el desenfreno de su hambre satánica y lujuriosa.

Estos demonios crean una especie de adicción lujuriosa que incide en prácticas de homosexualidad, pederastia, y de otras desviaciones; por lo que ante esta cruda circunstancia, Dios, en Su Plan de Salvación, ha impulsado e inspirado los Programas de Arcoíris para asistirte confidencialmente y ayudarte en la liberación de estas fuerzas infernales que también afectan tu libre voluntad e inteligencia, para que puedas ver y entender con claridad lo que significa vivir con estas aberraciones de la homosexualidad, y escoger libremente los caminos del bien supremo, los de Dios, para ser liberado y sanado integralmente.

Más adelante te presentaremos las perspectivas para tu sanación integral, pero era necesario que supieras todo esto, para que estés animado y gozoso de saber que Dios Uno y Trino no te dejan de Su Mano y que por eso Jesús, en Su Agonía en la Cruz, nos dio, a través del Apóstol Juan, una Madre tan amorosa y poderosa que está constituida como la Medianera de todas las Gracias, como Reina y Madre de la Humanidad entera, y como Reina de todos los Ángeles.  

(1)        http://vatileaksnews.blogspot.mx/ En el Documento publicado el sábado, 13 de octubre de 2012, al final, en los Links a Youtube, bajo los títulos de Delitos Sexuales y el Vaticano; Vídeos del ¼ al 4/4).

sábado, 27 de octubre de 2012

LA HOMOSEXUALIDAD DEBE SER ATENDIDA EN SU ASPECTO EMOCIONAL, PSICOLÓGICO Y ESPIRITUAL PARA QUE SEA PERMANENTE SU SANACIÓN Y LIBERACIÓN


Cap. 2 Diez realidades acerca de la Homosexualidad
(Continuación)


Pregunta Dos.- ¿Quieres cambiar?

Realidad número 5: La homosexualidad es aprendida.   

Dios no hizo a nadie homosexual; tampoco los genes, las hormonas o la biología. Dios hace a todo ser humano heterosexual. Se sabe que hay algunos factores que pueden predisponer a alguien a desórdenes emocionales tales como defectos de nacimiento y sensibilidades prenatales, aunque ninguno de estos causa la homosexualidad. Hay también otros factores de índole espiritual como ciertos maleficios de los que se valen los demonios o entes del mal para estar acosando, por decirlo de esta manera, a algunos niños y adolescentes, para provocar ciertas circunstancias que los conduzcan a la conducta homosexual, de este punto hablaremos más tarde.  

Para muchos estudiosos del tema de la sexualidad y de las causas de su desviación, hay una gran coincidencia de opiniones de que la homosexualidad no es hereditaria ni el resultado de algún tipo de desequilibrio glandular, o de una codificación de genes o cromosomas. Lo que les ha permitido concluir que los homosexuales se hacen, no nacen. La homosexualidad es aprendida como una reacción frente a las experiencias dolorosas de la infancia, razón por la cual puede ser desaprendida.  

Es decir, que la homosexualidad es una desorientación que ha sido aprendida psicológica y emocionalmente.  

Hemos visto cómo muchas personas, miles, han podido cambiar esa desviación de las corrientes de agua de su sexualidad, que se habían desviado por el cause de la homosexualidad en la medida que comienzan a reaprender y experimentar su yo emocional en forma más positiva, con la ayuda de nuestra consejería de “Arcoíris”; y fundamentalmente con y por la acción vivificante, liberadora, sanadora y restauradora del Espíritu Santo y de su Divina Esposa la Siempre Virgen María.

El fracaso de muchos tratamientos psicológicos y psiquiátricos se debe a que se ha dejado de considerar la dolorosa realidad del influjo de determinado tipo de entes malignos o demonios que inclinan a los seres humanos a permanecer cayendo en este tipo de conductas homosexuales, que los degradan y los llevan por un camino de desesperación, desesperanza, soledad, señalamiento, adicciones a alcohol y drogas y hasta el suicidio al que nunca hay que recurrir. Para eso está “Arcoíris”, para que tengas una “sanación integral” de la triple dimensión de tu ser como hijo de Dios que es el Creador de todo ser humano.

Recuerda que el ser humano tiene una triple dimensión con que Dios nos crea a todos, con espíritu, alma o mente y cuerpo, y que esta triple dimensión es afectada en diversos sentidos por el medio ambiente en que nacemos y nos desenvolvemos. Y en este contexto acontecen muchísimas cosas del mundo de lo sobrenatural, tanto de los ámbitos de lo Divino como de lo maligno. Este es un campo tan basto y especial, perteneciente a la Ciencia Divina, de lo sobrenatural, repetimos, del que no tienen ningún conocimiento ni psicólogos ni psiquiatras, salvo muy, pero muy contadas excepciones. Para nuestra fortuna Arcoíris dispone de expertos en estos campos de conocimiento y de experiencia espiritual, por lo que puedes tener mayor confianza en tu total recuperación de la salud integral que tu persona, tan amada por Dios, quiere.

Realidad número seis: Nadie escoge sentirse homosexual inicialmente.

Nadie hace una elección en su infancia por la que comenzó con la desorientación emocional. En una gran cantidad de casos sucedió en una muy temprana etapa de la vida, y a causa de las primeras experiencias del medio ambiente en que vivían con sus padres, hermanos, familiares, compañeros, maestros, y de otras personas significativas, de cuyas circunstancias se valieron también los demonios, para actuar en esta inclinación y llevar a los hijos de Dios a un mundo cruel y lleno de muy diversos sufrimientos, del etiquetamiento de la sociedad, del sufrimiento psicológico interno, del rechazo de la familia y de la sociedad, pero hasta de los demás compañeros que padecen de homosexualidad que recrudecen este mundo con los peligros de las enfermedades, de los robos, de la explotación y el chantaje, de la ridiculización de la corporeidad y de la personalidad, y de otras circunstancias tan llenas de artificialidad, banalidades y vacíos, además del peligro de la condenación eterna de su alma, si teniendo la opción de sanarse se prefiere la continuidad en el mundo del pecado grave de la sodomía y otros similares.

La incursión en el mundo de la homosexualidad en muchas ocasiones tuvo que ver especialmente con la insatisfacción en el vínculo de amor con su padre y madre, pero más frecuentemente con el padre de su mismo género.

A medida que la vida transcurrió, la homosexualidad se volvió una tentación, una atracción hacia el mismo sexo, y una tercera elección pecaminosa de comportamiento que se hizo cuando consintió sentimientos, pensamientos y atracciones homosexuales.  

Realidad número siete: La homosexualidad tiene muy poco que ver con el sexo.  

Está mucho más relacionada con una herida emocional y psicológica que deja a una persona necesitada, vacía, irrealizada e incompleta, en cuanto al vínculo que necesitaba experimentar con el padre de su mismo género. Más aún, se siente abrumado, perseguido y necesitado de mucha autoestima.

El aspecto sexual de la homosexualidad es un intento por suplir las necesidades de amor e intimidad que nunca fueron adecuadamente formadas entre el niño y el padre de su mismo sexo. Como tal, no es verdaderamente un problema sexual. Es sexual tan solo en la forma como se relaciona con las necesidades de la intimidad que la sexualidad simboliza. Es como el impulso compensatorio que está involucrado en el deseo homosexual. El impulso está motivado esencialmente por la necesidad de suplir deficiencias que se presentaron a temprana edad en la relación padre e hijo.

La necesidad persistente de amor del mismo sexo surge de la temprana necesidad insatisfecha de amor del padre del mismo sexo o, por el contrario, de la inhabilidad de recibir dicho amor, ya sea que haya sido ofrecido o no.  

Pregunta cuatro: ¿Sabes cómo cambiar?

Realidad número ocho: La homosexualidad es un problema emocional, psicológico y espiritual.  

No es tan solo emocional y psicológico, sino también es espiritual, esta es la contemplación completa e integral para lograr la sanación y la liberación de los entes del mal que inciden en la vida homosexual 

Aquellos que proponen remedios psicológicos exclusivamente están errados, y tiene la grave responsabilidad de conducir a sus pacientes al fracaso y la frustración por las recaídas que se observan cuando solo son atendidos psicológicamente. No solo ignoran la realidad de que el comportamiento homosexual está arraigado en nuestra naturaleza pecaminosa heredada por nuestros primeros padres Adán y Eva, sino de todo el ámbito de realidades en que participan los seres malignos espirituales, son entes de mal que se introducen en las personas, en otros casos las merodean y susurran ideas para la comisión del pecado y hasta el influjo directo en el pensamiento y en los genitales, recto, y otras partes del cuerpo. 

Y existe un más profundo y basto campo de sucesos y presencias espirituales de las que hay que tener un serio y formal conocimiento, además de otros aspectos que deben tenerse en cuenta, para dar apoyo y lograr la sanación y liberación de las personas que viven presas de la homosexualidad y de otras desviaciones que hemos aludido anteriormente.

Se ignora también el trabajo esencial del Espíritu Santo en la sanación de la homosexualidad y de los propósitos y caminos más amplios en los que Dios quiere y puede actuar para liberar y sanar a millones de seres humanos que hoy sufren como una pandemia de desviaciones y perversiones infernales en el Mundo, donde se hacen pactos intencionales y de manera consciente, y hasta con propósitos deliberados donde se incluyen políticos, artistas y hasta clérigos.  

Realidad número nueve: La recuperación es un proceso que toma tiempo y tiene sus razones de ser así.   

Algunos supuestos sanadores y muchos hermanos nuestros que quisieran su salud casi instantánea, a veces hacen oraciones como esta: “Señor, líbrame de toda homosexualidad en este mismo momento, instantánea y completamente”. ¿Y qué sucede entonces?, debido a que no reciben una sanación instantánea y completa se desmotivan, se enojan con Dios, le echan la culpa de su condición e incluso llegan a blasfemar Su Santo Nombre, y por sus razonamientos equivocados empiezan a desesperarse y su fe llega incluso a bambolearse y debilitarse.  

Entonces viene la pregunta: ¿Por qué Dios no sana instantánea y completamente la homosexualidad si es que se hace esta oración de manera sincera? En algunos casos en que hubo conversión de conductas hacia la observancia de los Diez Mandamientos, y de conversión en otros ámbitos de religiones, y que este propósito duró muchos meses e incluso años en que se sintieron libres de la homosexualidad, pero luego les vinieron en la mayoría de los casos un retorno a las atracciones, sentimientos y deseos homosexuales, o incluso que han caído (han tenido otra vez uno o varios encuentros sexuales), se debe a que han olvidado atender el ámbito espiritual al que hemos hecho referencia por su falta de conocimiento.  

Además, Dios en su amorosa sabiduría, hay varias razones por las cuales sana progresivamente de la homosexualidad a una persona, en la mayoría de los casos.  

Analizaremos a continuación estas razones.

(Continúa en las Razones por las cuales se sana progresivamente la homosexualidad por parte de Dios).

lunes, 22 de octubre de 2012

TÚ PUEDES CAMBIAR, LA HOMOSEXUALIDAD PUEDE SER DESAPRENDIDA.


Cap. 2 Diez realidades acerca de la Homosexualidad
(Continuación)
Pregunta Dos.- ¿Quieres cambiar?

Seguramente tu respuesta será inteligente y dirás: “Por supuesto que quiero cambiar”

Encontraremos varios deseos para querer cambiar, como los siguientes:

·         Me siento avergonzado de la manera como vivo.

·         No quiero seguir escondiéndome y viviendo una vida doble.

·         Ella quiere casarse y tener hijos; o tal vez ya los tengas.

·         Temo ser expuesto, descubierto.

·         No me gusta engañar a otros.

·         Ella cree que ser lesbiana no encaja con su autoimagen.

·         Temo contagiarme con el SIDA.

·         Se que las relaciones homosexuales no son permanentes.

·         Me siento un hipócrita como creyente.

·         Considero que mi estilo de vida es pecaminoso.

Todos estos son buenos motivos para desear el cambio. Pero un “deseo” no es suficiente. Debes ir más allá, ¿tienes tan solo un “deseo” o has hecho la “decisión de cambiar”? Un deseo es un sentimiento; es emocional; es fugaz; cambia de un día para otro. Una “decisión” es una determinación, un compromiso, un acto de la voluntad motivado por una obediencia amorosa a Dios, y la confianza en las promesas que Él ha dado, de manera personal, para ti como triunfador, a través de su Palabra. Estos permanecen firmes sin importar como se sientan hoy, o mañana. Ahora reflexiona bien: ¿Has tomado la “decisión” de ser un triunfador? ¿Ya estás consciente de que es un compromiso hecho sobre el fundamento sólido de fe en la Palabra de Dios?

Nosotros estamos para acompañarte en los momentos en que te sientas débil o con ánimo de desertar, ayudarte para rechazar las voces insidiosas de los entes malignos que querrán decirte que no lo puedes lograr; estamos para ayudarte a sostenerte ante las tentaciones de la carne y fortalecer tu espíritu.

Es importante memorizar los siguientes pasajes:

“Encomienda a Yahvé tu camino, y confía en Él; y Él obrará (Sal.37,5)

O aquel texto de la Escritura que ha sido el versículo milagro para la vida de muchos:

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Ro.8,28)

Y este otro pasaje:

“Pedid y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad; y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca; halla; y al que llama, se le abrirá (Mt.7,7-8)

O también:

“Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que soy Yo Yahvé, el Dios de Israel, que te pongo nombre. (Is.45,2-3)

La decisión que tú tomes debe estar basada en las promesas de Dios que acabamos de ver y que son para ti, porque su Palabra te sostendrá también durante las pruebas que vendrán en la recuperación de la homosexualidad.

En las palabras de Isaías, Yahvé te dice: “Yo iré delante de ti”. Hay muchos obstáculos en tu camino a medida que continúes el camino de sanidad y recuperación. Tú y yo estamos seguros que por ti mismo, solo, no estarías en condiciones de caminar rumbo a tu sanación y liberación, porque los entes del mal, los demonios de perversión sexual no querrían dejarte libre, pero Dios te dice que Él va delante de ti, y tiene poder sobre todos ellos; así que también es Dios quien dirigirá tu viaje, Él te ha llamado a realizarlo y es Él quien está tomando el liderazgo delante de ti. Él está en la primera línea de ataque. Él recibirá el primer golpe de fuego. Él es quien será herido (ya lo ha sido) y morirá (ya murió), para que tú no tengas que hacerlo. ¿Estas escuchando estas palabras que Dios te dice?

Te está diciendo que Él ‘enderezará los caminos torcidos’, ‘quebrantará las puertas de bronce’, y ‘hará pedazos los cerrojos de hierro’. Dios no va al lado tuyo o detrás de ti, sino en frente para poder enderezar los lugares torcidos.

Hay lugares torcidos en tu corazón y vida, los cuales Dios enderezará en tu peregrinaje. Él no promete que todo será fácil en este viaje, sino que cuando llegues a las montañas, aparentemente inconquistables, estará allí para allanarlas, de manera que al escalarlas no quedes exhausto. Cando llegues a aquellas grandes y pesadas puertas de bronce que tú no puedes abrir, las puertas de tus emociones heridas y adoloridas, Él estará allí para ayudarte a derribarlas. También hará pedazos los cerrojos de hierro de tus defensas para que no tengas que continuar viviendo a la defensiva, como la has hecho durante varios años.

¿Qué te dará Él a medida que inicias este peregrinaje y el mejoramiento? Él te dará los tesoros escondidos, las riquezas almacenadas en lugares secretos, y la libertad de experimentar una vida emocional y espiritual, profunda y abundante, algo que en verdad no has vivido durante toda tu existencia.

Muy dentro de ti, donde tu ‘niño interior’ fue herido, has sido restringido y limitado emocionalmente. Pero recuperarás estos tesoros secretos, y experimentarás una nueva y profunda libertad emocional y espiritual, como nunca antes habías conocido. Esta es la sanidad de la cual han sido testigo muchos hermanos nuestros, cuando el Espíritu Santo trabaja a través de los consejeros que Él ha llamado para ayudarte en la labor de recuperación.

Se cumplirá lo que hoy Dios te dice: “Para que puedas ver que soy el Señor, el Dios de Israel que los hacía vencer y triunfar sobre sus enemigos y los abastecía de alimentos cuando me tenían como centro de sus vidas”.

El viaje a través de la sanidad de la homosexualidad hará incluso más que ayudarte a recuperar tu heterosexualidad. Realmente llegaras a conocer al Señor, a adorarle y disfrutarle para siempre. ¡Alabado sea el Señor!

Dios dice que te ha llamado a este peregrinaje ‘por nombre propio’. ¿Escuchas lo que está diciendo? Él te ha llamado por tu propio nombre. Te conoce por nombre, personalmente, y ha estado escuchando el deseo de tu corazón de ser sanado de la homosexualidad. Te ha escuchado a ti como persona, y sabe todo acerca de ti como ser único. Conoce tu comienzo desde el vientre de tu madre (Sal.139), y todo acerca de cómo se originó la homosexualidad en ti, y cómo sanarla, con tu cooperación. Te conoce, te conoce por nombre y por nombre te ha llamado a este recorrido de sanidad.

“No dejes pasar estas Palabras de Dios hasta que formen una roca como el fundamento de tu decisión para desear cambiar. ¡DETENTE! ¡Toma esta decisión ahora mismo! ¡No adelantes nada en absoluto hasta que lo hagas! Ves: La realidad número dos es que deseas cambiar y que has decidido hacerlo con base en la confiabilidad de la Palabra de Dios. Has determinado, basado en la Biblia y el compromiso prometido por Dios, cambiar”.

Pregunta Tres: ¿Sabes que realmente puedes cambiar?

Realidad número tres: La homosexualidad se puede vencer. Tú puedes vencer la homosexualidad y recuperar tu heterosexualidad. Literalmente miles lo han logrado, y lo están logrando. Las personas no solo han dejado ese estilo de vida, no solo han abandonado el comportamiento homosexual pecaminoso, sino que han recuperado los deseos heterosexuales. Los sentimientos y deseos heterosexuales sí retornan.

Los matrimonios pueden ser fortalecidos y renovados. Las atracciones homosexuales declinan y disminuyen. La “H” de la homosexualidad se torna una “h”. ¡Hay esperanza, y esperanza cierta!

¿Qué ventajas trae tu recuperación? Incluye la habilidad de poder continuar con planes de carrera, educación, familia y maritales.

Durante las etapas de recuperación vas a ir experimentando suficiente libertad para continuar con tus metas de una vida productiva, en lugar de sentirte obstaculizado, restringido, inhibido y limitado. Jesús te ofrece y produce una vida plena y de realización.

Es importante lo anterior, porque hay que saber que la autoimagen y la autoestima de una persona se basan, en gran medida, en lo que se piensa y se siente de sí mismo. Una autoestima y una autoimagen mejoradas dependen del logro de esas metas y planes de vida. Una pobre autoimagen (PAI), y una baja autoestima (BAE), son la raíz de la desorientación homosexual. Mas adelante veremos como una pobre autoimagen y una baja autoestima, forman las carencias emocionales iniciales que como causas fundamentales, originan la desorientación homosexual.

Cuando Jesús te ayuda a sanar y elevar los índices de tu autoestima y de tu autoimagen, te sentirás tan bien que no desearás ser como otras personas de tu mismo sexo, aunque reconozcas que sean atractivas, porque sabrás valorar que tú tienes lo tuyo y que es tan valioso y único como no existe otro en el Mundo.

Durante el proceso habrás aprendido muchas cosas importantes que han sido causa de la desviación de tu heterosexualidad; habrás aprendido a reconocer y manejar los sentimientos heridos, que estás ocupado en transferencias con personas que te afectan como lo hicieron tus propios padres, y cómo esto estimula a tu ‘padre interior crítico’.

Habrás aprendido a hacer elecciones apropiadas; elecciones que sean positivas y constructivas. Habrá una renovación y sanidad general de tu personalidad. Gran parte de la sanidad de la homosexualidad, desde una perspectiva psicológica, es la renovación de los patrones emocionales de pensamiento y de comportamiento. Estos cambios te permitirán experimentar un mayor crecimiento emocional, estabilidad, autocontrol, gozo, paz, paciencia, desprendimiento, contentamiento, menos estrés y tensión, y mayor madurez espiritual. Este buen fruto es el resultado de la actividad sustentadora y del poder sanador del Espíritu Santo; del Espíritu de Cristo en ti.

Realidad número cuatro: Lo pecaminoso es involucrarse deliberadamente en comportamiento homosexual (pensamientos y acciones), no la desorientación. Solamente aquello en lo cual nos inmiscuimos deliberadamente puede ser considerado pecado. Todo lo demás es tentación, y tú debes aprender esta diferencia. La mayoría es intolerante aun frente a la tentación más pequeña, e incluso siente que ésta es pecaminosa. Pero, por el contrario, deberían considerar únicamente la que es pecaminosa, es decir, aquella que propician y se permiten. Los sentimientos, atracciones, impulsos, deseos, anhelos, todos son solo tentaciones. Actuar, mental o físicamente, con base en alguno de éstos, es pecado.  

(Continúa en: Cap. 2. Realidad número 5: La homosexualidad es aprendida)

sábado, 20 de octubre de 2012

REALIDADES EN TORNO A LA HOMOSEXUALIDAD


Capítulo 2
Diez realidades acerca de la Homosexualidad

En cuanto a las diez realidades en torno a la homosexualidad, debemos formularnos cuatro preguntas muy importantes dado que está en juego no solo el bienestar emocional, familiar, social y económico, sino el bienestar más importante dado por nuestro Creador para todos y cada uno de sus hijos que somos los seres humanos. Como Padre, Él nos ama infinitamente y siempre quiere lo mejor para nosotros, aunque luego requiera, como todo “padre” que debe educar a sus hijos, de darnos buenos ejemplos, principios, enseñanzas y hasta algunas nalgadas o correcciones cuando nuestros pasos nos ponen en peligro, tanto de perder la vida física, que dura un breve tiempo y se da cuando estamos sobre la Tierra, así como de perder la vida espiritual para retornar junto a Él al término de nuestra existencia en el Mundo, y ocupar nuestro lugar en la Casa del Padre Eterno donde no hay más sufrimiento ni prueba alguna.

Pregunta Uno: ¿Sabes que te conviene, que puedes y tienes qué cambiar?

Recuerda que tú puedes formar parte del gran grupo de personas que padecieron la homosexualidad y se han vuelto triunfadores. La diferencia básica es que cuando tú has decidido dejar de formar parte del grupo que ha creído y se ha dejado engañar con que ser homosexual, es como una especie de clase de tercer género de la sexualidad por el que se puede optar, aunque las leyes que van contra las Leyes de Dios así lo pretendan en cualquier país, tu carácter, valentía y decisión por lo mejor y dejar de sufrir y estar atrapado en un estilo de vida homosexual, tú sabes que tienes ahora la posibilidad de cambiar, que puedes hacerlo porque ya no estás solo nunca más, que es conveniente para tu vida presente y para tu vida después de la existencia en este Mundo que es la de una trascendencia eterna y de felicidad, y que Dios que tanto te ama y te ha dado una Madre maravillosa, te ofrecen su ayuda para liberarte de las redes de los engaños y tormentos de la vida homosexual. Esto te coloca ahora en la mejor posición, en la de estar listo para tomar ventaja de la vida de Gracia que Dios desea manifestar sobre ti, en la medida que comiences a caminar por los senderos de recuperación de tu orientación sexual de manera sana, sabia y santa, porque santo es el que obedece los mandamientos divinos, no solo el que hace milagros o el que han puesto en los altares.

Podemos ahora empezar a hablar de manera madura y sin temores, sin escrúpulos ni maquillajes que solo encubren una situación real que hace que las personas se encuentren sumidas en el estilo de vida homosexual, del que son víctimas por las diversas circunstancias de su vida y que Dios conoce de cada uno. Por eso Él ahora te ofrece Su ayuda para tu liberación, para tu sanación.

Bien, pues abordemos entonces la realidad número uno: Dios llama al comportamiento homosexual PECADO, para lo que debemos trabajar juntos con la finalidad de cambiar esta conducta y orientación, para que las corrientes de agua de nuestra sexualidad vuelvan a su debido cause.

Necesitas tomar ya esta decisión, no dejes pasar más tiempo, mira lo que dice la Palabra de Dios, hoy no te la dice para causarte miedo, sino para hacerte libre, porque Jesús nos ha dicho que “la verdad nos hará libres”:

“¿No saben que los injustos no poseerán el Reino de Dios?  No se engañen: no serán recibidos en el Reino de Dios los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos; ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los tramposos, ni los usureros. Algunos de ustedes fueron esto, pero ahora han sido lavados, en el nombre de Cristo Jesús nuestro Señor, y por el Espíritu de nuestro Dios, y están consagrados a Dios y en amistad con Dios. (1 Co.6, 9-11)

Y en el libro de los Romanos encontramos el mismo sentido de los caminos de perversidad que Dios reprueba y no quiere para el hombre:

Por eso Dios permitió que fueran esclavos de pasiones vergonzosas; sus mujeres cambiaron las relaciones sexuales normales por relaciones contra la naturaleza. Igualmente los hombres, abandonando la relación natural con la mujer, se apasionaron unos por otros, practicando torpezas, varones con varones, recibiendo en sí mismos el castigo merecido por sus extravíos.

Despreciaron a Dios al no tratar de conocerlo, según la verdad, y él, a su vez, los abandonó a su corazón sin conciencia, que los llevó a cometer toda clase de torpezas. (Ro. 1,26-28)

Para una persona que no quiere entender el valor de la conversión al camino de Dios, estas palabras de las Sagradas Escrituras pueden parecerle tan solo trivialidades, pero para aquella que quiere nacer de nuevo por obra del Espíritu Santo, ha de saber que entregarse a toda clase de pensamientos, deseos y comportamientos homosexuales es pecaminoso y lo inducen a cometer el pecado.

No basta llamarse a sí mismo católico, cristiano, o de cualquier otro credo y negar al mismo tiempo la pecaminosidad de la homosexualidad, ni tratar de racionalizar y negociar o justificar de todas las formas posibles estas conductas para poder involucrarse en los placeres carnales, mantener su dependencia emocional o los vínculos románticos con otra persona del mismo sexo. Piensa que es cierto que Dios conoce todas las circunstancias que desde tu infancia pudieron haberte inclinado a la vida homosexual, pero piensa también que Dios tiene el poder suficiente para liberarte de sus ataduras y restituir tu salud integral para que puedas disfrutar de una vida de plenitud desde este Mundo.

Piensa lo siguiente, como nos lo confirma la Sagrada Escritura:

“…el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios porque: lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es (Jn. 3,3 y 6)

Es claro notar aquí en este texto de la Escritura lo que Dios te está ofreciendo a través de este Ministerio de Arcoíris mediante su Blog; “el nacer de nuevo", para que seas como un hombre nuevo gracias a la poderosa acción vivificante del Espíritu Santo, por eso nuestro logotipo o escudo está presentado, en un Arcoíris que significa una Nueva Alianza tuya con Dios, donde está siempre presente el Espíritu Santo que te transformará y convertirá en un hombre nuevo como lo ha hecho con muchas otras personas.

Hay quienes torpemente quieren culpar a Dios por su condición de vida o inclinación homosexual, pero olvidan que Dios, en su Infinito Amor por nosotros, nos creó libres a todos los seres humanos, nos dotó del "libre albedrío" para elegir entre una cosa y otra, para elegir entre el bien y el mal. Es un asunto del buen o mal uso del "libre albedrío", de la libre voluntad. Muchos que escogieron el camino del mal y caen ante las seducciones de los seres infernales, como sucedió a Adán y Eva, tienen que sufrir las consecuencias de su mala decisión y de sus malos actos. A Dios que tanto nos ama, fue a quien más dolió la seducción de Satanás a Adán y Eva, pero diseñó de inmediato un Plan de Salvación para todos Sus hijos, plan en el que participan Él mismo, Su Hijo Jesucristo, el Espíritu Santo y Su Divina Esposa la Siempre Virgen María y en el que estás tú contemplado. Ellos nos ayudan de manera poderosa a restablecer las condiciones de nuestra vida, para una vida de plenitud o integral que incluye todos los ámbitos de tu existencia, pero requieren, por lo mismo que es un asunto de libre albedrío, de la aceptación de tu parte de Su Poderosa ayuda. Ellos nos transforman con nuestra voluntad y participación. La Trinidad Divina y la Madre de la Humanidad están contigo y te ofrecen su asistencia, Su Amor y Su Poder Sanador, su Fuerza Liberadora. Así que esta es la maravillosa noticia que hoy tienes para tu corazón, anda, anímate a ser liberado de las cadenas de la homosexualidad y de cualquier desviación sexual y a recibir Su Poder Sanador que te restaurará como un hombre nuevo, como un triunfador.

No debemos engañarnos en cuanto a lo que nos advierte el libro de Corintios. El pasaje de 1 de Corintios 6,9-11, provee abundante claridad en cuanto a dos cosas. Primero, las personas que continúan viviendo una forma de vida homosexual no podrán entrar en una relación viva y personal con Dios. Segundo, así, Él no podrá reinar en sus corazones, y continuarán distanciándose del Señor. Ninguna cantidad de racionalización o interpretación permisiva de los textos bíblicos podrá cambiar el verdadero sentido de la Palabra de Dios. El comportamiento homosexual es pecado porque la Palabra de Dios así lo afirma.

Cualquiera que haya recibido al Espíritu Santo puede renacer de nuevo, pues Él trazará una línea en su corazón; una línea entre lo que es correcto y lo que no. Ahora tendrá una convicción interna de que la homosexualidad no es correcta, que es una desviación de la corriente de su sexualidad con que Dios lo creó; y porque el hombre y la mujer saben en su conciencia que esos actos son pecaminosos, es que están luchando con deseos, sentimientos y tentaciones fuertes, donde actúan además entes espirituales malignos cuyo influjo es poderoso y su existencia es real, de la que no hablan acertadamente muchos psicólogos ni psiquiatras cuando nada saben del campo espiritual; y lo peor, al verse impotentes de liberar a una persona de estas fuerzas, terminan por decirle a las personas que se acepten con lo que sienten, cuando que esta es otra mentira, Dios no te creó con estas desviaciones en tu corriente de la sexualidad, y sí tiene el poder para liberarte y sanarte de toda fuerza, cadena, atadura y desequilibrio emocional porque para Él nada hay ni es imposible.

Para quien es necio y quiere mantenerse ciego, ninguna cantidad de tiempo que utilicemos discutiendo con ella, si no quiere ser regenerada, querrá ocultar incluso para sí misma, lo pecaminoso que son sus prácticas, pero al final de su vida sufrirá las consecuencias de que advierten las Sagradas Escrituras, y quizá hasta sufra en el Mundo las enfermedades que llegan a padecer quienes ejercen prácticas sexuales impropias, por eso mismo son llamadas relaciones sexuales de alto riesgo. Pero tú que lees estas líneas, estás ya recibiendo la acción del Espíritu Santo, deja que Él derrame sobre ti su Luz y te impulse a continuar por este camino de iluminación y reorientación de tu sexualidad.

Pero puedes preguntarte, ¿por qué? ¿Por qué Dios ha declarado que la homosexualidad es pecaminosa? ¿Quiere Dios negarle a una persona el placer sexual, o una relación amorosa? ¡No! Pero Él sabe que la homosexualidad no es parte de su diseño y propósito para la realización eterna, o para la felicidad terrenal del triunfador. La homosexualidad interfiere con el plan amoroso de Dios para el hombre y la mujer. ¿Y cuál es el plan?

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Ro.8, 29-30)

Su Plan es que el vencedor sea hecho conforme a la imagen de su Hijo, y que en Jesús haya vida abundante. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido parta que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10,10) El plan de vida abundante se inició en el momento de la creación del tiempo, cuando Dios hizo al hombre para la mujer y a la mujer para el hombre. El cumplimiento de este propósito le da la gloria a Dios. Pero:

“Profesando ser sabios, se hicieron necios… y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” (Ro. 1,22 y 27).

Observa este pasaje bíblico cuidadosamente. Declara que el comportamiento homosexual como otros pecados, surge de la negativa a honrar y reconocer a Dios. Si Dios no es reconocido, su Palabra es ignorada, lo cual hace que la naturaleza carnal se desvíe del diseño natural heterosexual que Él propuso para el hombre y la mujer. Debido a esto, la persona con tendencias homosexuales desarrollará un corazón sombrío y una mente fútil o necia. Cambia la gloria del Dios inmortal por la adoración de ídolos inanimados y humanos. Como resultado, Dios lo entrega a los deseos pecaminosos de su corazón, condición en medio de la cual, justificará el abandono de las relaciones naturales con el sexo opuesto, y se inflamará con lujuria frente al mismo sexo.

Si por el contrario, la persona que ha desarrollado la desorientación emocional y psicológica hacia la homosexualidad, honra y reconoce el juicio de Dios con respecto a la homosexualidad, recibirá la fortaleza y el poder para vencerla mediante la obra sanadora del Espíritu Santo dentro de él.

El creyente vencedor, como persona que quiere ser salva, sabe, por esta razón, que debe cambiar y que puede ser también un triunfador. El entiende que Dios desea su transformación porque confía en la amorosa sabiduría y Poder de Él para sanarlo; y porque le honra en Su Poder para librarlo y sanarlo de la desorentación homosexual, puede estar seguro de que ello se realizará con éxito y que él, puesto en Sus Manos, será un triunfador.

Este Ministerio de Arcoíris es totalmente confidencial, no se dan a conocer los nombres de quienes reciben nuestra asistencia. Los nombres que aparecen en los testimonios no incluyen apellidos, aun cuando las personas desean que sus testimonios se publiquen y difundan para más personas se animen y reciban los grandes beneficios que Arocíris les permite alcanzar.

(Continuará en: Pregunta Dos: ¿Quieres cambiar?